Publicaciones

No. El amor de la vida de Tim Burton no es Johnny Depp...

Tim Burton y Helena Bonham Carter fueron una de las parejas más excéntricas en Hollywood y sin duda demuestran que el amor oscuro es mucho mejor que el normal.

Sino la mujer que siempre se encuentra en medio de ellos dos: Helena Bonham Carter. Mejor conocida como "la mujer en todas las películas de Tim Burton" (o como Marla Singer de Fight Club) la actriz es una de las mejores de su generación que ha sido infravalorada por los medios, pero que ha encontrado su lugar como intérprete alternativa en las cintas de su ahora ex pareja.

Cuando se conocieron ella ya tenía una respetable filmografía que incluía a Frankenstein, Mighty Aphrodite y –por supuesto– Fight Club, y Burton al eligió para interpretar a Ari, una simio, en su versión de Planet of the Apes, la cual fue posiblemente su peor trabajo, pero que al menos le dio una de las relaciones más importantes de su vida. Trágicamente, la pareja ya no está junta pero su amor no ha muerto, y se mantienen unidos para apoyar a sus dos hijos: Billy Raymond Burton y Nell Burton, nacidos en 2003 y 2007, respectivamente.

Siempre descritos como un par excéntrico, con un gusto por lo oscuro y un tacto bastante gótico, la pareja se convirtió en una de las favoritas de aquellos con mentes alternativas como ellos, demostrando que entre todo el glamour de Hollywood podía existir un par que rompiera con todo eso, y no sólo lo hacían en los eventos, sino en sus cintas –sin importar la recepción que tuvieran con la crítica–. Burton afirmaba que podía apoyarse en ella para cualquier idea dentro de sus filmes y ella constantemente mostraba su admiración por el talento y la visión del director.

En 1990 el japonés Akira Kurosawa cumplió uno de los más grandes sueños de quienes amamos el arte: un encuentro con Vincent Van Gogh. En este cortometraje que forma parte de "Sueños", el cineasta hace un recorrido a través de sus pinturas, descubriendo las texturas y pinceladas que forman parte del universo pictórico del posimpresionista más famoso del mundo. A lo largo del filme, caminamos junto al protagonista en busca del pintor, atravesando sus más famosas pinturas, además de "La noche estrellada" como "Trigal con cuervos" y "Campo con Amapolas". Así, poco a poco nos adentramos en una experiencia vivencial de su obra, rodeados del paisaje que el pintor retrató con su particular estética que aun genera más preguntas que respuestas.

De su obsesión con el amarillo se ha especulado mucho. Algunas versiones cuentan que el pintor impresionista tenía sinestesia y bebía pintura para probar girasoles y que podía "traducir" a la plástica aquello que el amarillo le provocaba. Pero para entender por qué Vincent Van Gogh se convirtió en el mejor pintor hay que tomar en cuenta sus trastornos mentales, no sólo en el cliché que lo coloca en la historia como el delirante artista que perdió la cabeza –y la oreja–, sino dejar atrás el mito y estudiar las repercusiones de la medicación a la que sometía su genialidad creativa.

Una de las posibles causas es la intoxicación crónica por absenta, pues se sabe que este licor contiene tujona, un aceite cuyo consumo elevado provoca visión en halos de colores. De acuerdo con esta idea, el "amarillo Van Gogh", en realidad sería como si la mirada del pintor tuviera un filtro permanente, y así es como en realidad veía el mundo y no se trataba de un estudio de la luz como el trabajo de campo de los impresionistas que le antecedieron, sino de una condición visual determinada por una droga.

Antecedentes

Las cifras justifican el querer iniciar una inversión en arte. Las ferias de arte y antigüedades han visto multiplicar sus beneficios y los precios de las obras artísticas han subido casi 20% en los últimos diez años. Por otro lado, se multiplican también proyectos de inversión colectiva como sociedades o fondos de inversión cuyo objetivo es obtener rentabilidad a través de la compra de obras de arte.

Plan a largo plazo

Una buena colección de arte comienza no sólo por comprarla, sino en tener claro cuáles son los gustos, y los intereses del comprador: invertir en aquello que nos guste, sean cuadros, esculturas o libros.

Una vez que sepas qué quieres coleccionar, debes determinar cuáles son tus objetivos de rentabilidad e inversión. Una buena inversión en arte no es algo que se realice a corto plazo. Suelen pasar años antes de que un pintor se revalorice… en el arte, la antigüedad es un valor en sí mismo.              

La ayuda de asesores

Si no tienes el suficiente conocimiento en este mundo, requerirás de un asesor que entienda de arte y antigüedades. Con su ayuda, podrás elegir obras interesantes, tanto por su precio como por sus características.

Como sabrás, no todo es ganancia en este mundo. Como cualquier inversión, el arte conlleva ciertos riesgos inherentes, mayores cuanto más inexpertos seamos.

Puedes, por ejemplo, encontrarte con falsificaciones, precios demasiados elevados o inflados o desconocimiento del medio.

Tener una obra de arte con proyección económica, nos pueden dar una plusvalía muy superior a la que obtendríamos con muchas otras modalidades de inversión.